Reflexión Génesis 7 - 8
En estos capítulos, encontraremos un suceso universal que marcó la humanidad: un evento que Dios utilizó como juicio contra el hombre y la maldad que pregonaba en su corazón, es decir, el pecado.
- Puntos por considerar:
Quizás, al pensar de una forma sencilla, vemos una comparación y recordatorio del juicio de Dios contra los impíos y la salvación de la humanidad (los justos), como se menciona en 2 Pedro 2:5. También se puede hacer una comparación entre la venida del Hijo del Hombre y los días de Noé, como se menciona en Mateo 24:37-39 .
Todo esto sucedió debido a la maldad del hombre y fue el resultado del pecado. Recibimos el juicio de Dios, sin embargo Dios en su soberanía, extiende su gracia y ofrece perdón. Por lo tanto, no estamos más bajo ese juicio, sino por gracia.
Te invito a hacer un escaneo en tu vida y reconocer si hay áreas en las que estás viviendo en esclavitud. Será muy bueno ir delante de Dios y reconocer que has pecado, como se menciona en ! Juan 1:19.
Te invitamos a reflexionar en esto:
¿Hay algún pecado que te tiene cautivo?
¿Qué estás dispuesto a hacer en este momento para ya no vivir más en esclavitud?
Medita en la aplicación que tiene sobre tu vida lo que has leído
GÉNESIS 7
1 El Señor le dijo a Noé: «Entra en el arca tú y toda tu familia, porque he hallado que eres justo en esta generación. 2 Toma contigo siete parejas de cada especie de animal limpio, un macho con su hembra, y una pareja de cada especie de animal inmundo, un macho con su hembra, 3 y también siete parejas de cada especie de ave, macho y hembra, para mantener vivas sus distintas especies en toda la tierra. 4 Dentro de siete días haré llover sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y borraré de la faz de la tierra a todos los seres vivientes que he creado».
5 Y Noé hizo todo lo que el Señor le mandó.
6 Noé tenía seiscientos años cuando el diluvio vino sobre la tierra. 7 Y Noé y sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos entraron en el arca para escapar de las aguas del diluvio. 8 De dos en dos, de animales limpios e inmundos, de aves y de todo animal que se arrastra sobre la tierra, 9 machos y hembras, vinieron a Noé y entraron en el arca, como Dios le había ordenado a Noé. 10 Y después de los siete días, las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
11 El año seiscientos de la vida de Noé, el día diecisiete del mes segundo, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos se abrieron, 12 y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.
13 Ese mismo día, Noé y sus hijos Sem, Cam y Jafet, junto con su esposa y las esposas de sus tres hijos, entraron en el arca. 14 Tenían con ellos todos los animales salvajes según su especie, todos los animales domésticos según su especie, todos los animales que se mueven sobre la tierra según su especie, todas las aves según su especie, todo lo que tiene alas. 15 De todos los animales que tienen aliento de vida, Noé entró en el arca por parejas. 16 Los animales que entraron eran machos y hembras de todos los seres vivientes, como Dios le había ordenado a Noé. Luego el Señor lo encerró.
17 Durante cuarenta días el diluvio siguió cayendo sobre la tierra, y las aguas, al aumentar, elevaron el arca por encima de la tierra. 18 Las aguas subieron y crecieron mucho sobre la tierra, y el arca flotó sobre la superficie del agua. 19 Subieron mucho sobre la tierra, y todas las montañas altas que había debajo de los cielos quedaron cubiertas. 20 Las aguas subieron y cubrieron las montañas hasta una profundidad de más de quince codos. 21 Todo ser viviente que se movía sobre la tierra pereció: aves, ganado, animales salvajes, todos los animales que pululan sobre la tierra y todos los seres humanos. 22 Todo lo que tenía aliento de vida en la nariz sobre la tierra murió. 23 Todo ser viviente sobre la faz de la tierra fue exterminado: hombres, animales, seres que se arrastran por el suelo y las aves fueron exterminados de la tierra. Solo quedó Noé y los que estaban con él en el arca.
24 Las aguas inundaron la tierra durante ciento cincuenta días.
GÉNESIS 8
1 Pero Dios se acordó de Noé y de todos los animales salvajes y del ganado que estaban con él en el arca, y envió un viento sobre la tierra, y las aguas retrocedieron. 2 Entonces se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos, y la lluvia cesó. 3 Las aguas fueron bajando poco a poco de la tierra. Al cabo de ciento cincuenta días, las aguas habían bajado. 4 Y el día diecisiete del séptimo mes el arca se detuvo sobre los montes de Ararat. 5 Las aguas siguieron bajando hasta el décimo mes, y el primer día del décimo mes se hicieron visibles las cimas de los montes.
6 Al cabo de cuarenta días, Noé abrió la ventana que había hecho en el arca , 7 y soltó un cuervo, que estuvo volando de un lado a otro hasta que las aguas se secaron de la tierra. 8 Después soltó una paloma para ver si las aguas habían bajado de la superficie de la tierra. 9 Pero la paloma no encontró dónde posarse, porque las aguas cubrían toda la superficie de la tierra. Así que regresó a Noé en el arca. Él extendió la mano, tomó la paloma y la trajo consigo al arca. 10 Esperó otros siete días y volvió a enviar la paloma fuera del arca. 11 Cuando la paloma regresó a él al atardecer, había en su pico una hoja de olivo recién arrancada. Entonces Noé supo que las aguas habían bajado de la tierra. 12 Esperó otros siete días y volvió a enviar la paloma fuera, pero esta vez no regresó a él.
13 El primer día del primer mes del año seiscientos uno de Noé, las aguas se habían secado sobre la tierra. Noé quitó la cubierta del arca y vio que la superficie de la tierra estaba seca. 14 El día veintisiete del segundo mes, la tierra estaba completamente seca.
15 Entonces Dios le dijo a Noé: 16 «Sal del arca tú, tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos. 17 Saca todos los seres vivientes que tienes en tu casa, desde las aves hasta los animales domésticos y todos los reptiles que se arrastran por la tierra, para que se multipliquen sobre la tierra y sean fructíferos y se multipliquen sobre ella».
18 Y salió Noé, sus hijos, su mujer y las nueras de sus hijos. 19 Todos los animales, todos los reptiles y todas las aves, todo lo que se mueve sobre la tierra, salieron del arca según sus especies.
20 Entonces Noé edificó un altar al Señor , tomó de todos los animales y aves puros y sacrificó sobre él holocaustos. 21 El Señor percibió el aroma agradable y dijo en su corazón: «Nunca más volveré a maldecir la tierra por causa de los hombres, aunque toda inclinación del corazón humano es mala desde su infancia. Y nunca más destruiré a todos los seres vivientes, como lo he hecho.
22 Mientras la tierra perdure,
tiempo de siembra y cosecha,
frío y calor,
verano e invierno,
día y noche
nunca cesará.”